martes, 26 de febrero de 2008

La Odisea de Manolo

Por Roddy Romo Seguí

Manolo miró la hora que marcaba el reloj de pared de la sala. Dos de la tarde. Faltaban 45 minutos para que en la capital de Italia diera inicio el compromiso entre Roma y Real Madrid, en el Estadio Olímpico, perteneciente a la Ida de Octavos de Final de la Champions League 2007-2008.

Desde su humilde residencia, ubicada al otro lado del mundo, en la provincia cubana de Ciego de Ávila, esperaba ansioso la hora indicada. El fútbol era su pasión, lo adoraba más que al béisbol (deporte nacional en la Isla), del cual decía no era el mismo de antes.

Dos y 30 de la tarde del 18 de febrero de 2008. Manolo prendió la radio; sólo le tomó 25 segundos sintonizar Radio Exterior de España y escuchar el comentario de José María Abad previo al encuentro: las alineaciones de ambos conjuntos, el colegiado, sus asistentes, la trayectoria de los dos clubes, los "blancos" que nunca habían perdido en Roma en la máxima competición europea y los romanos que necesitaban del triunfo para salvar su temporada.

Pero no sólo del ámbito europeo estaba pendiente Manolo. A las tres de la tarde, en predios del municipio villaclareño de Zulueta y en el Estadio Pedro Marrero, de la capital del país, a unos 400 kilómetros de donde se encontraba, se definían los dos cupos finalistas del campeonato cubano de fútbol. Dentro de sí albergaba la esperanza de seguir las acciones por Radio Rebelde (Emisora Nacional); de cierta manera, era uno de los torneos más importantes del movimiento deportivo criollo.

Dos y 52 minutos. El Real Madrid se adelanta en el marcador mediante un balón empujado a la red por Raúl González Blanco; Manolo se alegra, aunque no es un fiel seguidor del elenco "merengue" siente simpatía por el balompié español, ganada a través de los 10 años que lleva escuchándolo. El radio no es el mismo y pasa mucho trabajo para sintonizar la señal, no obstante aún mantiene su puntualidad en cada jornada.

Mientras disfruta del gol madrileño, Manolo se levanta y busca un pequeño radio de pilas para prestar atención a ambos torneos. Sintoniza la señal indicada. Escucha el final de un número musical y la voz del locutor que le invita a seguir con su programa. "No importa - se dice -, de seguro esperarán hasta las tres en punto"; además, en el peor de los casos, si no logra oír los onces titulares él los conoce, tal vez no como el del Real Madrid, Barcelona, Atlético u Osasuna, pero al menos tiene una noción de quienes son los principales protagonistas.

Tres y nueve minutos. El chileno David Pizarro aprovecha un rechace de la defensa blanca y bate a Casillas para igualar el choque a uno. Poco antes, Kevin Kuranyi ponía a ganar al Shalke 04 frente al Oporto en Alemania. Manolo se pregunta si los enfrentamientos de semifinales en Cuba habrán sido pospuestos media hora más tarde, mientras maldice a la suerte del fútbol que provocó la igualada en Roma cuando mejor jugaban los de Shuster.

Cuatro en punto de la tarde. Manolo se da por vencido, sabe que no serán transmitidos los encuentros. Deberá esperar una hora para llamar a la Asociación de Fútbol de Cuba y enterarse de lo ocurrido. De momento, es mejor seguir el ámbito internacional donde la Roma se ha adelantado con gol del brasileño Amantino Mancini y a los madrileños - a pesar de mantener su acecho sobre la portería de Doni - la suerte no parece acompañar.

Cuatro y 20 minutos. Manolo repasa los resultados de la Champions. Perdió el Madrid, sin embargo, el marcador no es tan malo para afrontar la vuelta en el Bernabéu a jugarse dentro de dos semanas; el Shalke mantuvo la diferencia sobre los portugueses. El Liverpool sacó un triunfo (2-0) al final contra el Inter de Milán, con dianas del holandés Kuyt y el capitán Gerrard, al tiempo que el Olimpiakos arrancaba una igualada a cero al Chelsea.

Cinco en punto. Los partidos de semifinales debieron haberse acabado si no fueron cambiados de fecha, algo que no sorprendería a Manolo. Toma el teléfono y tras una larga batalla por comunicar se entera que Villa Clara (el mejor conjunto de la fase clasificatoria) ha quedado en el camino al perder (1-2) ante Cienfuegos. En la máxima entidad no tienen aún quienes marcaron los goles, pero están tratando. Por su parte, el partido de Ciudad Habana - a pocos metros de la instalación – está en los penales; se desconoce el goleador y es de suponer que el partido finalizó (1-0) a favor de los capitalinos, de otra manera no se decidiría desde el punto penal.

Cinco y 10 minutos. Manolo intenta una última comunicación con el principal organismo futbolístico de la isla. De los goleadores del enfrentamiento en Zulueta no hay noticias y finalmente Ciudad Habana ha ganado en la tanda de penales (13-12) o (12-11), no importa el resultado, lo seguro es que avanzaron los giraldillos. Los de la Comisión Nacional no poseen más datos.

Seis de la tarde. Sólo resta una opción para tener toda la información y ese es el noticiero deportivo de la Televisión Cubana, de seguro ahí deben darlo con lujo de detalles. Manolo espera impaciente.

Seis y treinta. El comentarista no dio el marcador del encuentro de la capital y referente al compromiso de Zulueta ha dicho que ganó Cienfuegos (2-0). No hay goleadores y un resultado no concuerda con lo que tenía en su poder. Manolo ya no sabe que hacer ni a quien creer, o mejor ¡sí sabe! Mañana son los otros compromisos de Octavos de Final de la Campions League y, ¡como esa gente no tienen tanto relajo!, se va a disfrutar del fútbol internacional, menos costoso (porque no tiene que llamar por teléfono a ningún lado) y más elegante.