Y el buen juego ¿adónde va?

Los logros de las selecciones nacionales de fútbol se diluyen en el tiempo tras el velo del poco roce internacional

Por Roddy Romo Seguí
roddyromo@gmail.com

Inició un nuevo año y con él retornaron las esperanzas del fútbol cubano. Esos sueños e ilusiones que pasan a través de lograr su inclusión en la élite del área de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF), mientras el respeto aumenta y los rivales ya no miran sólo a un lado por simple cortesía.

Desde la época del peruano Miguel Company el balompié en la Mayor de las Antillas consiguió aventurarse en una filosofía de juego que apoyaba al virtuosismo, el equilibrio, la entrega, el riesgo…, mucho más efectiva – y el tiempo fue testigo incuestionable – que la de aquel modelo impregnado por el miedo, la indecisión y el conformismo.

Sus sucesores en el cargo, primero el santiaguero Armelio Luis, y en la actualidad el avileño Raúl González Triana, han sido fieles exponentes al legado de Company, permitiendo la estabilidad de un sistema futbolístico apoyado, de manera alternada, por los resultados en la arena internacional.

Cuba tiene potencial para soñar con un título en el área caribeña, de la cual fueron subcampeones en el 2005; avanzar más allá de la fase inicial en una Copa de Oro, máxima lograda bajo la tutela del peruano en el 2003, o llegar a rozar los boletos en las eliminatorias mundialistas u olímpicas.

En este 2008, las grandes pretensiones de la familia futbolística en la Mayor de las Antillas pasarán por intentar dar el salto definitivo en la fase final del pre-olímpico, con sede en Estados Unidos y que repartirá dos cupos a los Juegos de Beijing, además de las preliminares hacia la Copa del Mundo Sudáfrica 2010.

Sin embargo, una vez más el poco roce internacional se eleva como el gran obstáculo a derribar por los antillanos; un primer adversario que, tarde o temprano, muestra las entrañas de un virus mortal.

La selección absoluta de Cuba no enfrenta a homólogas foráneas desde el 13 de junio del pasado año, tras caer (0-5) contra Honduras, en Houston, Texas, durante el cierre de las acciones en el grupo C de la Copa de Oro 2007, elemento que pone en duda su juego futuro y le ha hecho retroceder en el ranking mundial de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).

De encontrase en el puesto 67 del listado de octubre, sólo superados en el área CONCACAF por México, Estados Unidos, Canadá y Honduras, en ese orden, los criollos cayeron siete posiciones durante el cierre de 2007, luego de quedarse en casa a mirar como sus rivales incrementan su preparación con vistas a los principales eventos, desechando invitaciones de Panamá y Costa Rica, la cual afrontará en próximos días ante Suecia su debut en el presente curso.

Similar o peor sucede con el plantel sub-23. Tras acceder (después de más de 20 años) a la fase final de las eliminatorias olímpicas, con un extraordinario desempeño en las dos rondas iniciales, donde lograron cinco éxitos y una igualada, 25 goles a favor y apenas uno en contra, los cubanos no han chocado internacionalmente desde hace tres meses, mientras deben resignarse a jugar entre sí para mantener el ritmo y la ilusión.

De momento, serán los olímpicos los primeros en saltar al ruedo competitivo, el venidero marzo, en Tampa, Florida. Ubicados en el grupo B, los discípulos de González Triana chocarán versus Estados Unidos, Panamá y Honduras, en una eliminatoria complicada.

¿Hasta que punto podrá exigírseles buenos resultados a los futbolistas al enfrentar las máximas competiciones, si arriban a éstas con pocos encuentros sobre sus espaldas? La Asociación de Fútbol de Cuba (AFC) necesita priorizar los topes de los seleccionados nacionales como objetivo primordial, si en verdad desean ver a la disciplina en planos superiores. Buen juego poseen, experiencia hay que ganar.