jueves, 25 de octubre de 2012

No hay tercera a la vencida (IV)

Por Roddy Romo Seguí

Urbano González
No creyó Industriales en frases populares que daban por terminado su reinado en la temporada 1964-1965, y por tercera vez consecutiva de la mano de Ramón Carneado volvió a escalar lo más alto del podio en las Series Nacionales de Béisbol.

Con balance de 25 victorias y 14 derrotas, los giraldilos dominaron la clasificación con cuatro juegos de ventaja sobre Occidentales, que una vez más mostraba su disponibilidad para luchar por la corona.

Los del Oeste finalizaron con crédito de 21 éxitos y 18 descalabros, escoltados por Granjeros (18-21), debutante en este tipo de torneos, y Orientales (14-25), quienes por segunda campaña consecutiva finalizaban en el frío sótano de la tabla de posiciones.

El industrialista Urbano González encabezó a los bateadores con 359 de average, producto de 56 imparables en 156 comparecencias oficiales al home play, y las bases robadas (16), al tiempo que su compañero de equipo Lino Betancourt dominaba los dobles (seis).

Por su parte, los occidentales Antonio Jiménez y Pedro Chávez lideraron las carreras anotadas (30) y las impulsadas (27), en ese orden,  mientras Rolando Valdés y Miguel Cuevas, de Grajeros, eran primeros en triples (cinco) y cuadrangulares (cinco), respectivamente.

En el pitcheo, Alfredo Strett (Occidentales) con dos sonrisas sin tropiezos resultó el mejor en ganados y perdidos; el industrialista Maximiliano Reyes lo imitó en promedio de limpias (1,57) y victorias (seis), empatado en ese departamento con Gaspar Pérez, de los del Oeste, quien se llevó los máximos honores en las lechadas (tres).

Asimismo, Florentino Alfonso, de Granjeros, guió la sección de partidos completos (cinco), entre tanto, Manuel Alarcón, del conjunto campeón, implantaba récord para ese entonces de ponches (101).

Similar a los anteriores eventos, la estructura de la lid se jugó a un sistema de todos contra todos, en el cual cada elenco disputó 39 encuentros. 

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