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| Pedro Chávez |
Con una garra impresionante, los giraldillos dominaron la clasificación al acumular balance de 22 éxitos y 13 descalabros, para sacar ventaja de cuatro juegos y medio sobre Occidentales, que había sido el primer monarca de estos torneos dos campañas atrás.
Los de occidente terminaron ese campeonato con registro de 18 victorias e igual números de fracasos, seguidos de Azucareros, dueños de 17 sonrisas y 19 derrotas, y Orientales (14-21), subcampeón de la anterior edición.
En los departamentos individuales de bateo, Pedro Chávez (Occidentales) lideró la ofensiva con 333 de average, producto de 43 indiscutibles en 129 veces oficiales al home play, además de encabezar los triples (siete).
Asimismo, sus compañeros de equipo Rigoberto Rosique y Félix Isasi comandaban los aspectos de carreras anotadas (34) y bases robadas (15), respectivamente, al tiempo que el industrialista Jorge Trigoura era primero en impulsadas (20).
El propio Trigoura compartió la cima en la clasificación de los cuadrangulares con el oriental Miguel Cuevas, ambos con tres, mientras este último se alzaba con la cima de los imparables (44).
En el pitcheo, Isidro Borrego (Occidentales) con cuatro sonrisas sin la sombra del revés fue el mejor en average de ganados y perdidos, entre tanto, el industrialista Orlando Rubio encabezaba la lista de promedio de carreras limpias (0,63).
El también occidental Rolando Pastor fue líder en ponches (97), su coterráneo Maximiliano Reyes se agenciaba la casilla de lechadas (tres), y el industrialista Manuel Hurtado, junto a Román Águila, de Azucareros, se convertían en los máximos ganadores (seis).
Al igual que las tres campañas precedentes, la lid se jugó con un sistema de todos contra todos, en el cual cada elenco debía disputar 36 encuentros.
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