viernes, 17 de agosto de 2012

Primeros voluntarios son escoceses

Por Roberto Mendez

Glasgow, Escocia - Poder utilizar el español para emprender un trámite o solicitar una traducción es de las facilidades apreciadas aquí por la Delegación Cubana a los XIV Juegos Paralímpicos, entre las muchas puestas a su disposición por las autoridades locales.

Algunas como las españolas Sara y Laura, o la argentina Catalina, junto a Jim Flyn y sus hijas Ángela y Bárbara, y hasta el entrenador Jhon Mcquate, quien vivió de niño en Tenerife, son de los principales encargados de librar esas batallas diarias tanto en el hotel como en las instalaciones de entrenamiento.

Ya acostumbrados a la lluvia o el frío matinal llegan temprano, para la salida de los visitantes, y se han convertido en imprescindibles. Así sucede a los nadadores con Catalina o Sara, y a la jefatura durante sus recorridos en las dos sesiones.

Jim, el retirado profesor de preuniversitario, es uno de los entusiastas y siempre busca información sobre Cuba, incluido el deporte, para lo que esta página es referencia, tanto que reconoció que habían celebrado en familia los apuntes aparecidos en ella sobre el Campeonato Mundial de gaita.

Para los mencionados y quienes completan el grupo que sobrepasa la veintena ha sido una experiencia inolvidable convertirse en voluntarios. Aunque no puedan trabajar en los próximos Juegos Paralímpicos ya se consideran como tal porque lo han hecho con la primera comitiva atlética llegada a tierras del Reino Unido.

«Hay mucho que agradecerles. Son tan prestos o más que cualquiera de los encontrados en eventos paralímpicos. Aquí el idioma está un poco ligado del inglés con el escocés, y eso dificulta la comprensión hasta para los que tenemos algunas nociones», explicó Ernesto Garrido, entrenador de los dos nadadores y medallista de plata en Barcelona'92.

Además de asumir traducciones, coordinar sesiones, servir de guías y otras funciones, se les puede ver ayudando a andar al nadador ciego Yunerki Ortega o empujando las sillas de ruedas de los pesistas César Rubio y Luis Perea, una imagen que puede indicar parentesco.

Con sus pulóveres azules claros donde se lee Paralympic Games Cuba Training Camp, distinguen entre las combinaciones deportivas en rojo, azul y blanco de los caribeños, aunque algunas como Sara, la dinámica ibérica, se sienten más a sus anchas con prendas convencionales.

Este pelotón de "azules" ya ha sido acogido por los cubanos como suyos por la devoción demostrada y serán por siempre sus primeros y mejores voluntarios.

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